Siguiendo con las publicaciones de gestión de caja, este artículo ejemplifica cómo calzando el duration de las inversiones financieras con sus usos permite a Apple maximizar sus retornos sin necesidad de invertir en instrumentos de mayor riesgo.

¿Por qué Apple llegó a tener más 200 billones de dólares en caja? No es solo porque sus ingresos de caja son mayores que los usos, sino que responde a una estructura tributaria cuidadosamente planificada para minimizar el pago de impuestos. Esta estructura le permite mantener cerca del 70% de la utilidad anual en paraísos fiscales, como Irlanda, Bermudas y más recientemente en la Bahía de Jersey, ubicaciones en las que está prácticamente exenta de pago de impuestos. Sin embargo, este ahorro tributario le ha imposibilitado repatriar las utilidades a EEUU, puesto que al hacerlo tendría que pagar el impuesto corporativo de 35% que cobra EEUU a las empresas por sus utilidades y, por ahora, la empresa ha preferido endeudarse que repatriar las utilidades.

Mucho se ha dicho que Apple es el más grande hedge fund de alto riesgo del mundo, pero no es tan así. En 2006, Apple creó en el estado de Nevada (estado que no cobra impuestos corporativos y no obliga a las empresas de inversión a declarar el detalle de su portafolio) una filial de menos de 10 personas llamada Braeburn Capital mandatada a administrar la caja disponible de Apple, en particular la caja disponible fuera de EEUU que Apple no quiere repatriar por el pago de impuesto corporativo.

Los montos que Braeburn administra han superado los 244.000 millones de dólares, equivalentes al PIB de Chile en 2020. Con esta exorbitante caja la tentación de incluir en el portafolio instrumentos de mayor riesgo (como productos derivados o bonos high yield) para buscar mayor rentabilidad y ganarle a los benchmarks de mercado es altísima. Sin embargo, para la sorpresa de muchos, Apple definió los mismos principios de gestión de caja que encontramos en las empresas en Chile y en el mundo, y que comentamos en el post anterior, estas son preservación del capital y aseguramiento de liquidez antes que cualquier rendimiento. Estos principios han sido complementados con una estricta política de inversión que limita las inversiones a instrumentos de emisores altamente calificados “highly rated” (bonos gubernamentales de países desarrollados y bonos corporativos “investment grade”) además de limitar la exposición a un mismo emisor.

 ¿Entonces como se ve el portafolio de inversiones de Braeburn? Si bien es difícil saber con certeza, el 2020 el portafolio se veía así:

 

 

El portafolio está concentrado mayoritariamente en bonos corporativos, y el resto repartido equitativamente entre Mortgage backed securities, bonos del tesoro de EEUU y de otros países, y fondos money market. Noten la duración de los instrumentos, el 66% tiene una madurez de entre 1 y 5 años. Para invertir esa cantidad de dinero a tan largo plazo y cumplir con el principio de preservación del capital, es necesario hacer uso del “ingrediente clave”, una robusta proyección de caja de corto y largo plazo que identifique correctamente las necesidades de efectivo y establezca un colchón razonable para imprevistos.

Desde 2017, la empresa ha declarado que quiere tener un flujo de caja neutral y ha comenzado a reducir el monto de su caja a través de un programa de recompra de acciones.

La estrategia conservadora de Apple, para la gestión de su caja, aunque a una escala infinitamente mayor, está en línea con lo que hemos observado en las empresas en Chile, y es similar a lo que sufren las mutuales de seguridad y algunas asociaciones gremiales, que acumulan caja y tienen restricciones para invertir. En todas ellas rige una política cautelosa de inversiones que busca preservar el capital sin buscar rendimientos por sobre el mercado y busca calzar las necesidades de caja con la duración de los instrumentos para maximizar el rendimiento. Aunque podría pensarse que esta estrategia le ha generado poco retorno a Apple, la verdad es que desde el 2013 ha representado entre 2,5% y 16% de la utilidad última línea. No malo para una gestión conservadora de caja, ¿no creen?